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La salud de nuestros amigos peludos está intrínsecamente relacionada con un factor que a menudo pasa desapercibido: el microbiota intestinal. Este ecosistema, compuesto por una vasta diversidad de microorganismos, desempeña un papel crucial en el bienestar general de perros y gatos. En un mundo donde la ciencia se interesa cada vez más por este ‘órgano dentro de otro órgano’, resulta fundamental comprender cómo el microbiota influye en aspectos vitales de la salud animal, desde la digestión hasta el sistema inmunológico.
El microbiota intestinal alberga más del 70% de los microorganismos presentes en el organismo de nuestras mascotas. Esta cifra resalta su vital importancia para la salud en general. Cuando este microbiota opera de manera óptima, se mantiene un delicado equilibrio entre microorganismos beneficiosos y potencialmente dañinos, lo que contribuye a un intestino sano y funcional. Sin embargo, diversos factores pueden alterar este equilibrio, incluyendo cambios en la alimentación, estrés, tratamientos con antibióticos o infecciones, dando lugar a una condición conocida como disbiosis.
Entendiendo la disbiosis y sus implicaciones
La disbiosis puede manifestarse a través de síntomas como diarrea, dolor abdominal y otros trastornos intestinales, afectando no solo el confort de nuestros animales, sino también vinculándose a problemas de salud más serios, como obesidad, diabetes y cambios en el comportamiento. ¿Sabías que la conexión entre un microbiota equilibrado y el bienestar general está respaldada por un creciente número de estudios científicos? Esto subraya la necesidad de mantener este equilibrio.
Afortunadamente, la naturaleza ha dotado a nuestros animales de un sistema de autorregulación intestinal: el sistema endocannabinoide. Este sistema permite a perros y gatos producir sustancias que interactúan con el microbiota, apoyando su composición y funcionamiento. Una de las moléculas clave en este proceso es la palmitoiletanolamina (PEA), esencial para mantener el equilibrio del microbiota.
Estrategias para mantener un microbiota saludable
Bajo condiciones normales, el organismo genera PEA en respuesta a estímulos externos, pero en situaciones de disbiosis persistente o daño intestinal crónico, las reservas naturales de PEA pueden disminuir. Esto limita la capacidad del organismo para defenderse y restaurar el bienestar intestinal. Aquí es donde la investigación científica ofrece nuevas alternativas para apoyar al microbiota intestinal.
Cuando se presentan trastornos intestinales en nuestras mascotas, la primera medida debe ser consultar a un veterinario. Sin embargo, incluso antes de una diagnosis definitiva, existen estrategias útiles para fomentar el equilibrio intestinal. Integrar la PEA en forma ultra-micronizada, como PEA-um, puede ser beneficioso. Esta forma es activa y biodisponible, y administrada por vía oral, ha demostrado tener propiedades enteroprotectoras significativas, ayudando a normalizar el microbiota intestinal.
La importancia de la prevención en la salud animal
Combinada con probióticos y prebióticos, la PEA-um optimiza la respuesta natural del organismo, alineándose con los mecanismos ya presentes en el cuerpo de perros y gatos. Este enfoque “según la naturaleza” no solo apoya el sistema inmunológico, sino que también promueve una mejor digestión y absorción de nutrientes. Comprender el papel del microbiota y adoptar medidas preventivas para protegerlo es esencial para asegurar la salud y el bienestar de nuestros amigos de cuatro patas. Mantener un intestino sano es el primer paso hacia una vida larga y feliz juntos.