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La parainfluenza canina, comúnmente conocida como la “tos de las perreras”, es una enfermedad respiratoria que afecta a nuestros amigos peludos de manera similar a un resfriado o gripe en humanos. Aunque no suele ser letal, su naturaleza altamente contagiosa la convierte en una preocupación importante para la salud canina, especialmente en lugares donde se agrupan muchos perros, como perreras o criaderos. Con un diagnóstico y tratamiento adecuados, el pronóstico es generalmente positivo.
¿Qué causa la parainfluenza canina?
Este virus pertenece a la familia Paramyxoviridae y se caracteriza por ser un ARN monocatenario. Afecta principalmente las vías respiratorias, incluyendo la mucosa nasal, la tráquea y los bronquios. La transmisión se produce por vía aérea, facilitada en entornos donde hay contacto cercano entre perros, lo que explica su apodo de “tos de las perreras”. Sin embargo, no se transmite a humanos ni a otros animales.
Síntomas y diagnóstico
Los síntomas de la parainfluenza canina pueden variar, pero los más comunes incluyen:
- Tos seca persistente
- Estornudos
- Secreción nasal
- Fiebre leve
- Pérdida de apetito
Debido a que estos signos pueden confundirse con otras enfermedades respiratorias, es crucial llevar a tu perro al veterinario para un diagnóstico certero. Un examen físico, junto con la historia clínica del animal, ayudará a determinar si se trata de parainfluenza o de otra afección.
Tratamiento de la enfermedad
El tratamiento de la parainfluenza es sintomático, lo que significa que se centra en aliviar los síntomas y mejorar el bienestar del perro. Los veterinarios pueden recomendar:
- Antiinflamatorios para reducir la inflamación y la fiebre.
- Medicamentos para la tos que faciliten la respiración.
- Suplementos dietéticos que refuercen el sistema inmunológico.
Es importante asegurarse de que el perro esté bien hidratado y, en algunos casos, se puede recomendar la hospitalización para una mejor supervisión, especialmente en cachorros o perros mayores que son más vulnerables.
Prevención y cuidado
La mejor manera de prevenir la parainfluenza canina es a través de la vacunación. Existen vacunas específicas que forman parte del protocolo de vacunación anual de los perros. Además, es fundamental evitar el contacto con perros enfermos y mantener una buena higiene en los lugares donde suelen interactuar.
También es recomendable no llevar a tu perro a lugares con alta concentración de otros perros si sabes que hay brotes de enfermedades respiratorias. La reducción del estrés y un ambiente saludable son clave para mantener a tu mascota en óptimas condiciones.
Reflexiones finales
La parainfluenza canina es una enfermedad que, aunque puede ser molesta y preocupante, no necesariamente implica un gran riesgo si se toman las precauciones adecuadas. Con un buen manejo y atención veterinaria, la mayoría de los perros se recuperan sin complicaciones. Recuerda siempre estar atento a los cambios en el comportamiento y la salud de tu mascota, ya que tu conocimiento y cuidado son vitales para su bienestar.
