Tópicos cubiertos
Imagina que eres un caballo salvaje, corriendo libremente por las vastas llanuras de América, con el viento en tu crin y el sol brillando en tu pelaje. Ahora, imagina que todo eso está a punto de cambiar. La reciente propuesta de presupuesto de la Administración Trump para el año fiscal 2026 lanza una sombra sobre la protección de estos majestuosos animales. Al reducir el financiamiento del programa de Caballos y Burros Salvajes de la Oficina de Administración de Tierras (BLM) en un 25%, el peligro de la matanza masiva de hasta 64,000 caballos y burros en instalaciones gubernamentales se vuelve escalofriante.
La condena de los defensores de los caballos
La American Wild Horse Conservation (AWHC), la principal organización de defensa de los caballos salvajes en el país, ha calificado esta propuesta como un ataque directo a la vida animal y a las tierras públicas de América. Suzanne Roy, su directora ejecutiva, no se anda con rodeos: “Este presupuesto sería una bala en la cabeza de los caballos salvajes de América si es aprobado por el Congreso”. ¿Un poco dramático? Tal vez, pero el mensaje es claro: la solución de la matanza es brutal y no resuelve los problemas fundamentales de un programa federal que, sinceramente, necesita una revisión urgente.
La historia se repite
Lo curioso es que esta propuesta refleja el agenda Project 2025, que busca otorgar al BLM la autoridad para «disponer humanamente» de los caballos salvajes protegidos por el gobierno. Un giro de 180 grados respecto a la postura de la primera administración Trump, que había descartado la gestión letal como opción, gracias a la falta de apoyo del Presidente. Ahora, el presupuesto de FY26 revive esa amenaza, poniendo a decenas de miles de caballos al borde del desastre. Es como si hubieran decidido que, en lugar de buscar soluciones, preferían tomar el camino más fácil y trágico.
El llamado al Congreso
Ahora, el enfoque se dirige al Congreso mientras avanza el proceso de asignación de fondos. La semana pasada, 83 miembros bipartidistas del Congreso hicieron un llamado a una gestión humanitaria de los caballos salvajes en la legislación de asignaciones de la Cámara para el año fiscal 2026. Su petición de un aumento en la financiación para el control de la fertilidad se alinea con las recomendaciones de la Junta Asesora Nacional de Caballos y Burros Salvajes del BLM y con la abrumadora opinión pública. ¡Es un buen momento para ser un defensor de los caballos salvajes!
Propuestas sensatas para el futuro
Después de décadas de redadas costosas e ineficaces, el BLM ahora guarda más caballos salvajes en corrales del gobierno que los que permanecen libres en la naturaleza. ¿No es irónico? Roy añade: “Los estadounidenses merecen un plan federal mejor que realmente aborde los problemas de las instalaciones fuera de rango sin recurrir a la matanza”. La AWHC continúa liderando los esfuerzos para abogar por reformas críticas, asegurando el bienestar y la libertad a largo plazo de los caballos y burros salvajes de América.
Ideas que marcan la diferencia
Entre las soluciones que AWHC promueve se encuentran:
- Un moratorio sobre las redadas y una expansión inmediata de los esfuerzos de control de la fertilidad para detener el flujo de caballos y burros salvajes hacia las instalaciones.
- Decrecer la población en corrales costosos mediante el retorno de caballos salvajes a áreas de manada reinstaladas en tierras federales.
- Rewilding a través de asociaciones con propietarios privados y reservas naturales.
- Maximizar el uso de pasturas a largo plazo y rentables.
- Expansión de adopciones responsables mediante colaboraciones con organizaciones sin fines de lucro.
- Una eliminación gradual del sistema de retención federal masivo a favor de la conservación en el rango.
“No se corrigen años de mala gestión gubernamental sacrificando a los mismos animales que tienes el mandato legal de proteger”, concluye Roy. “Estamos listos para apoyar una reforma real, pero eso comienza con detener el flujo de caballos y burros salvajes en las instalaciones y mantener la matanza fuera de la mesa”.
