En un ecosistema de startups saturado, la pregunta incómoda es: ¿cuán sólida es tu idea? He visto demasiadas startups fracasar como para no identificar las señales de alerta. Las estadísticas son contundentes: según un informe de a16z, el 75% de las startups no sobrevive más allá de su segundo año. Pero, ¿por qué ocurre esto?
Los datos de crecimiento cuentan una historia diferente: el churn rate y el customer acquisition cost (CAC) son indicadores clave a los que hay que prestar atención. Si tu tasa de cancelación es alta, es una señal de que los clientes no encuentran valor en tu producto. Además, un CAC elevado en comparación con el lifetime value (LTV) de los clientes puede sugerir que tu modelo de negocio es insostenible.
Tomemos como ejemplo a Quibi, la plataforma de streaming lanzada en 2020. A pesar de un inversión inicial de 1.75 mil millones de dólares, esta startup cerró sus puertas tras solo seis meses de operación. La ausencia de un verdadero product-market fit y un público objetivo incorrecto fueron las razones principales de su fracaso.
Las lecciones que podemos extraer para fundadores y gerentes de producto son evidentes. Antes de lanzar un producto, es fundamental comprender a fondo tu mercado y las necesidades de tus clientes. Realiza pruebas con un minimum viable product (MVP) para obtener retroalimentación auténtica y ajustar tu oferta según lo que realmente demanda el público.
Los puntos clave que todo fundador debe tener en cuenta son los siguientes:
- Monitorea los KPI: Enfócate en el churn rate, CAC y LTV para evaluar la salud de tu negocio.
- Prueba, aprende y adapta: Utiliza un MVP para obtener retroalimentación y mejorar el producto antes del lanzamiento definitivo.
- Céntrate en el PMF: Asegúrate de que tu producto resuelva un problema real para tu público objetivo.





